martes, 1 de noviembre de 2011

Colombianos, dejemos de tragar entero

La estrategia de desmovilización de las AUC, sin lugar a duda, fue uno de los ‘logros’ que más se le reconocen al ex presidente Álvaro Uribe. Sin embargo, la creación de las bandas criminales, ‘Bacrim’ ha  polarizado la opinión pública en dos vertientes: por un lado, el Gobierno Nacional argumenta que la desmovilización de las autodefensas es una muestra de que el proceso de diálogo y paz es posible dentro del conflicto armado y que las bandas criminales no son derivadas de las AUC; por el otro, el grueso de la opinión pública afirma que sí hubo falencias en el proceso de reinserción y que ello queda demostrado en los ataques de los que han sido víctimas poblaciones como Córdoba y Antioquia por ‘Las Bandas Criminales’. Sí, estoy de acuerdo con esta franja de opinión: la desmovilización fue sólo una excusa para la creación de bandas criminales de menor rango, pero de igual impacto en la sociedad.

Tan sólo en lo que va corrido del año, son más de 340 las muertes producidas por estas bandas criminales, cifra alarmante para el país. Con esto, hago un llamado a la sociedad civil para que se quite la venda de los ojos y le exija al Gobierno Nacional pruebas de una verdadera reinserción por parte de las Autodefensas Colombianas.
Para empezar, vale la pena traer a colación las investigaciones realizadas por organizaciones no gubernamentales como ‘Nuevo Arco Iris', especialista en el estudio del conflicto armado colombiano, y ‘Human Rights Watch’, defensora de los derechos humanos, las cuales reflejan que la identidad de muchos detenidos de ‘Las Bacrim’ coinciden con las de desmovilizados de las AUC. Lo anterior, se convierte, desafortunadamente,  en una prueba de que el proceso de desmovilización se derivó en una estrategia para la generación de grupos ilegales de organización más compleja. Indudablemente, las cifras reveladas por la Policía Nacional respaldan dicha aseveración: más del 12 por ciento de las ‘Bacrim’ están conformadas por desmovilizados de las AUC. Incluso, es en Cesar donde más se evidencia dicha herencia de los ‘paras’: el 50 por ciento de los Comandantes de las Bandas Criminales pertenecían al comando medio de las Autodefensas Unidas de Colombia, revelación hecha por el Alto Consejero Presidencial para la Reintegración, Alejandro Eder Garcés. Es de lamentar que el panorama nacional no muestre cambios favorables en la solución del conflicto armado, por el contrario, ya son más de 8000 hombres los que conforman este grupo, el mismo número de integrantes de las Farc.
El Gobierno Nacional ha sostenido en diferentes declaraciones que las ‘Bacrim’ son un fenómeno nuevo y totalmente diferente a los paramilitares. Sin embargo, el modus operandi de estas ‘Bandas Criminales’ muestra, una vez más, una realidad que desvirtúa las engañosas afirmaciones oficiales. El general César Augusto Pinzón, Director de la Policía Antinarcóticos,  explicó recientemente la estrecha relación que guardan estas dos agrupaciones al margen de la ley: las ‘Bacrim’, al igual que las AUC, se financian financiación gracias a las actividades referentes a la droga: ‘tienen el control zonal en determinadas partes donde se produce la mata de coca para luego exportarla a países vecinos’. Como si fuera poco, es preciso recordar que los mandos medios y bajos de los frentes de las AUC ahora son los jefes de este nuevo grupo, con esto, personajes como Maximiliano Bonilla, alias ‘Valenciano’, los hermanos Calle Serna, alias ‘Los Comba’ y Daniel Barrera, alias ‘El loco Barrera’, que cinco años atrás pertenecieron a las AUC, se han convertido en los nuevos capos de las ‘Bacrim’. Por si aún quedan dudas, las Bandas Criminales se encuentran ubicadas, especialmente, en zonas de influencia como Urabá, Córdoba, Sur de Sucre, Magdalena Medio y la frontera con Venezuela que coinciden, precisamente, con los lugares de asentamiento de las Autodefensas Armadas de Colombia. Evidentemente, la desmovilización fue sólo una estrategia para la creación de nuevas  bandas criminales de menor rango, pero de igual impacto en la sociedad.
Sólo basta con recordar las repetidas ‘desmovilizaciones’ del IRA para reforzar la idea de que las famosas ‘reinserciones’ no son tan transparentes como se dicen ser. Este grupo armado se comprometió en 1997 a respetar el cese al fuego a través de un acuerdo de paz conocido como ‘Viernes Santo’, pero a diferencia de las afirmaciones oficiales, IRA persistió en su tentativa de mantenerse como un grupo militar  y armado, deseoso de influir en la arena política.
Infortunadamente, estas oscuras estrategias, detrás de los anhelados acuerdos, no son sólo parte de la historia irlandesa. Más de 45 años de intentos fallidos por parte del Gobierno colombiano para erradicar el conflicto armado en el país, (Plan Colombia, Seguridad Democrática y Consolidación Nacional), hacen pensar a la ciudadanía que la total desmovilización de los grupos armados no se llevará a cabo, por lo menos, en un futuro próximo. Y es que como se dice popularmente ‘el que es, difícilmente deja de ser’. Mientras tanto, los colombianos seguiremos creyendo las mentiras de los pastorcitos del Gobierno, quienes se empeñan en creer en la ‘visible’, pero dudosa desmovilización de las AUC.
La famosa estrategia de desmovilización de las AUC hoy se pone en tela de juicio con las ‘Bandas Criminales’ que, indiscutiblemente, están formadas por ex paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia. Ciudadanos, abramos de una vez por todas los ojos y exijámosle  al Gobierno pruebas contundentes que manifiesten la reinserción de estos frentes y no solamente falsos positivos que ‘muestran’ dicha desmovilización.

sábado, 15 de octubre de 2011

La estrategia de desmovilización de las AUC, sin lugar a duda, fue uno de los ‘logros’ que más se le reconocen al ex presidente Álvaro Uribe. Sin embargo, la creación de las bandas criminales, ‘Bacrim’ ha  polarizado la opinión pública en dos vertientes: por un lado, el Gobierno Nacional argumenta que la desmovilización de las autodefensas es una muestra de que el proceso de diálogo y paz es posible dentro del conflicto armado y que las bandas criminales no son derivadas de las AUC; por el otro, el grueso de la opinión pública afirma que sí hubo falencias en el proceso de reinserción y que ello queda demostrado en los ataques de los que han sido víctimas poblaciones como Córdoba y Antioquia por ‘Las Bandas Criminales’. Sí, estoy de acuerdo con esta franja de opinión: la desmovilización fue sólo una excusa para la creación de bandas criminales de menor rango, pero de igual impacto en la sociedad.

Tan sólo en lo que va corrido del año, son más de 340 las muertes producidas por estas bandas criminales, cifra alarmante para el país. Con esto, hago un llamado a la sociedad civil para que se quite la venda de los ojos y le exija al Gobierno Nacional pruebas de una verdadera reinserción por parte de las Autodefensas Colombianas.
Para empezar, vale la pena traer a colación las investigaciones realizadas por organizaciones no gubernamentales como ‘Nuevo Arco Iris', especialista en el estudio del conflicto armado colombiano, y ‘Human Rights Watch’, defensora de los derechos humanos, las cuales reflejan que la identidad de muchos detenidos de ‘Las Bacrim’ coinciden con las de desmovilizados de las AUC. Lo anterior, se convierte, desafortunadamente,  en una prueba de que el proceso de desmovilización se derivó en una estrategia para la generación de grupos ilegales de organización más compleja. Indudablemente, las cifras reveladas por la Policía Nacional respaldan dicha aseveración: más del 12 por ciento de las ‘Bacrim’ están conformadas por desmovilizados de las AUC. Incluso, es en Cesar donde más se evidencia dicha herencia de los ‘paras’: el 50 por ciento de los Comandantes de las Bandas Criminales pertenecían al comando medio de las Autodefensas Unidas de Colombia, revelación hecha por el Alto Consejero Presidencial para la Reintegración, Alejandro Eder Garcés. Es de lamentar que el panorama nacional no muestre cambios favorables en la solución del conflicto armado, por el contrario, ya son más de 8000 hombres los que conforman este grupo, el mismo número de integrantes de las Farc.
El Gobierno Nacional ha sostenido en diferentes declaraciones que las ‘Bacrim’ son un fenómeno nuevo y totalmente diferente a los paramilitares. Sin embargo, el modus operandi de estas ‘Bandas Criminales’ muestra, una vez más, una realidad que desvirtúa las engañosas afirmaciones oficiales. El general César Augusto Pinzón, Director de la Policía Antinarcóticos,  explicó recientemente la estrecha relación que guardan estas dos agrupaciones al margen de la ley: las ‘Bacrim’, al igual que las AUC, se financian financiación gracias a las actividades referentes a la droga: ‘tienen el control zonal en determinadas partes donde se produce la mata de coca para luego exportarla a países vecinos’. Como si fuera poco, es preciso recordar que los mandos medios y bajos de los frentes de las AUC ahora son los jefes de este nuevo grupo, con esto, personajes como Maximiliano Bonilla, alias ‘Valenciano’, los hermanos Calle Serna, alias ‘Los Comba’ y Daniel Barrera, alias ‘El loco Barrera’, que cinco años atrás pertenecieron a las AUC, se han convertido en los nuevos capos de las ‘Bacrim’. Por si aún quedan dudas, las Bandas Criminales se encuentran ubicadas, especialmente, en zonas de influencia como Urabá, Córdoba, Sur de Sucre, Magdalena Medio y la frontera con Venezuela que coinciden, precisamente, con los lugares de asentamiento de las Autodefensas Armadas de Colombia. Evidentemente, la desmovilización fue sólo una estrategia para la creación de nuevas  bandas criminales de menor rango, pero de igual impacto en la sociedad.
Sólo basta con recordar las repetidas ‘desmovilizaciones’ del IRA para reforzar la idea de que las famosas ‘reinserciones’ no son tan transparentes como se dicen ser. Este grupo armado se comprometió en 1997 a respetar el cese al fuego a través de un acuerdo de paz conocido como ‘Viernes Santo’, pero a diferencia de las afirmaciones oficiales, IRA persistió en su tentativa de mantenerse como un grupo militar  y armado, deseoso de influir en la arena política.
Infortunadamente, estas oscuras estrategias, detrás de los anhelados acuerdos, no son sólo parte de la historia irlandesa. Más de 45 años de intentos fallidos por parte del Gobierno colombiano para erradicar el conflicto armado en el país, (Plan Colombia, Seguridad Democrática y Consolidación Nacional), hacen pensar a la ciudadanía que la total desmovilización de los grupos armados no se llevará a cabo, por lo menos, en un futuro próximo. Y es que como se dice popularmente ‘el que es, difícilmente deja de ser’. Mientras tanto, los colombianos seguiremos creyendo las mentiras de los pastorcitos del Gobierno, quienes se empeñan en creer en la ‘visible’, pero dudosa desmovilización de las AUC.

domingo, 25 de septiembre de 2011

La estrategia de desmovilización de las AUC, sin lugar a duda, fue uno de los ‘logros’ que más se le reconocen al ex presidente Álvaro Uribe. Sin embargo, la creación de las bandas criminales, ‘Bacrim’ ha  polarizado la opinión pública en dos vertientes: por un lado, el Gobierno Nacional argumenta que la desmovilización de las autodefensas es una muestra de que el proceso de diálogo y paz es posible dentro del conflicto armado y que las bandas criminales no son derivadas de las AUC; por el otro, el grueso de la opinión pública afirma que sí hubo falencias en el proceso de reinserción y que ello queda demostrado en los ataques de los que han sido víctimas poblaciones como Córdoba y Antioquia por ‘Las Bandas Criminales’. Sí, estoy de acuerdo con esta franja de opinión: la desmovilización fue sólo una excusa para la creación de bandas criminales de menor rango, pero de igual impacto en la sociedad.

Tan sólo en lo que va corrido del año, son más de 340 las muertes producidas por estas bandas criminales, cifra alarmante para el país. Con esto, hago un llamado a la sociedad civil para que se quite la venda de los ojos y le exija al Gobierno Nacional pruebas de una verdadera reinserción por parte de las Autodefensas Colombianas.
Para empezar, vale la pena traer a colación las investigaciones realizadas por organizaciones no gubernamentales como ‘Nuevo Arco Iris', especialista en el estudio del conflicto armado colombiano, y ‘Human Rights Watch’, defensora de los derechos humanos, las cuales reflejan que la identidad de muchos detenidos de ‘Las Bacrim’ coinciden con las de desmovilizados de las AUC. Lo anterior, se convierte, desafortunadamente,  en una prueba de que el proceso de desmovilización se derivó en una estrategia para la generación de grupos ilegales de organización más compleja. Indudablemente, las cifras reveladas por la Policía Nacional respaldan dicha aseveración: más del 12 por ciento de las ‘Bacrim’ están conformadas por desmovilizados de las AUC. Incluso, es en Cesar donde más se evidencia dicha herencia de los ‘paras’: el 50 por ciento de los Comandantes de las Bandas Criminales pertenecían al comando medio de las Autodefensas Unidas de Colombia, revelación hecha por el Alto Consejero Presidencial para la Reintegración, Alejandro Eder Garcés. Es de lamentar que el panorama nacional no muestre cambios favorables en la solución del conflicto armado, por el contrario, ya son más de 8000 hombres los que conforman este grupo, el mismo número de integrantes de las Farc.
El  Gobierno Nacional ha sostenido en diferentes declaraciones que las ‘Bacrim’ son un fenómeno nuevo y totalmente diferente a los paramilitares. Sin embargo, el modus operandi de estas ‘Bandas Criminales’ muestra, una vez más, una realidad que desvirtúa las afirmaciones oficiales. El general César Augusto Pinzón explicó recientemente la estrecha relación que guardan estas dos agrupaciones al margen de la ley: las ‘Bacrim’, al igual que las AUC, mantienen su financiación gracias a las actividades referentes a la droga: ‘tienen el control zonal en determinadas partes donde se produce la mata de coca para luego exportarla a países vecinos’. Como si fuera poco, los mandos medios y bajos de los frentes de las AUC ahora son los jefes de este nuevo grupo,  con esto, personajes como Maximiliano Bonilla, alias ‘Valenciano’, los hermanos Calle Serna, alias ‘Los Comba’ y Daniel Barrera, alias ‘El loco Barrera’, que cinco años atrás pertenecieron a las AUC, se han convertido en  los nuevos capos de las ‘Bacrim’. Por si aún quedan dudas, las Bandas Criminales se encuentran ubicadas, especialmente, en zonas de influencia como Urabá, Córdoba, Sur de Sucre, Magdalena Medio y la frontera con Venezuela que coinciden, precisamente, con  los lugares de asentamiento de las Autodefensas Armadas de Colombia.

domingo, 11 de septiembre de 2011

La estrategia de desmovilización de las AUC, sin lugar a duda, fue uno de los ‘logros’ que más se le reconocen al ex presidente Álvaro Uribe. Sin embargo, la creación de las bandas criminales, ‘Bacrim’ ha  polarizado la opinión pública en dos vertientes: por un lado, el Gobierno Nacional argumenta que la desmovilización de las autodefensas es una muestra de que el proceso de diálogo y paz es posible dentro del conflicto armado y que las bandas criminales no son derivadas de las AUC; por el otro, el grueso de la opinión pública afirma que sí hubo falencias en el proceso de reinserción y que queda demostrado con los ataques que han recibido poblaciones como Córdoba y Antioquia por ‘Las Bandas Criminales’. Sí, estoy de acuerdo con esta franja de opinión: la desmovilización fue sólo una excusa para la creación de bandas criminales de menor rango, pero de igual impacto en la sociedad.

Tan sólo en lo que va corrido del año, son más de 340 las muertes producidas por estas bandas criminales, cifra alarmante para el país. Con esto, hago un llamado a la sociedad civil para que se quite la venda de los ojos y le exija al Gobierno Nacional pruebas de una verdadera reinserción por parte de las Autodefensas Colombianas.
Para empezar, vale la pena traer a colación las investigaciones realizadas por organizaciones no gubernamentales como ‘Nuevo Arco Iris', especialista en el estudio del conflicto armado colombiano, y ‘Human Rights Watch’, defensora de los derechos humanos, las cuales reflejan que la identidad de muchos detenidos de ‘Las Bacrim’ coinciden con desmovilizados de las AUC. Lo anterior, se convierte, desafortunadamente,  en una prueba de que el proceso de desmovilización fue una estrategia para la generación de grupos ilegales de organización más compleja. Evidentemente, las cifras reveladas por la Policía Nacional respaldan dicha aseveración: más del 12 por ciento de ‘Las Bacrim’ están conformadas por desmovilizados de las AUC. Incluso, es en Cesar donde más se evidencia dicha herencia de los ‘paras’: el 50 por ciento de los Comandantes de las Bandas Criminales pertenecían al comando medio de las Autodefensas Unidas de Colombia, revelación hecha por el Alto Consejero Presidencial para la Reintegración, Alejandro Eder Garcés. Es de lamentar que el panorama nacional no muestre cambios favorables en la solución del conflicto armado, por el contrario, ya son más de 8000 hombres los que conforman este grupo, el mismo número de integrantes de las Farc.